Sigamos caminando.
Coincidencia entre budistas y estoicos: la IMPERMANENCIA.
Audio (6'14") con texto de Wiliam b. Irvine , "El Arte de la buena vida"+ invitación a una exploración
Cuando paseamos por la ciudad, en realidad practicamos las Derivas, de las que hablaba fundador de la Internacional situacionista, Guy Debord; hacemos de los lugares físicos por los que pasamos, una serie de imágenes propias que pasan por la subjetividad y experiencia de cada persona; el trayecto se va convirtiendo poco a poco en una cartografía personal que no deja de formar parte del entramado y la vida de una ciudad. En el siguiente audio os dejo mi experiencia paseando tras el confinamiento en casa tras una semana de Covid. AUDIO: 5'57" Transcripción del audio
Me encuentro en la mitad de un viñedo con más de 6000 parras, tengo que podarlas para que cojan más fuerza y atarlas para guiarlas por una estructura de alambres y así conseguir aprovechar el espacio y aumentar la producción.
ResponderEliminarDespués de escuchar el audio me dispongo a poner en práctica el ejercicio propuesto y tal como yo entiendo,
voy a intentar vivir al máximo el momento, agudizando mis sentidos, prestando una gran atención a cada décima de segundo transcurrido y viviéndolo como si fuese la última vez que viviría lo que transcurrirá en el siguiente momento.
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Mis tijeras no cortan lo mejor que pudieran, pero observo que cerrándolas suavemente cortan mejor.
Escucho un pequeño chirrido que proviene del suave roce de las cuchillas de la tijera cuando estas se cruzan. A todo esto cientos de pájaros canta y revolotean a mi alrededor.
Observó que puedo jugar con el sonido que se ocasiona en mis tijeras junto con el canto de los pájaros.
Procuro modelar el movimiento de mi mano, cuando actúa sobre la tijera y así provocar distintos sonidos con el roce de las cuchillas, intentando imitarlos.
Me imagino e incluso creo mantener una comunicación mediante el sonido.
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✂️💦✂️💦
En esta fecha que está entrando la primavera las parras han despertado de su letargo invernal. Su sabia se encuentra en movimiento cumpliendo su misión en el desarrollo vital de la planta.
Me dedicó a cortar ramas débiles y pequeñas, con la intención de dejar las más grandes y fuertes, así estas últimas se harán aún más fuertes y grandes, dando mejor fruto en un futuro.
Cada vez que corto una de las ramas seleccionadas emana la sabia del corte en forma de lagrima, dos o tres de cada vez. Parece que llora. Mentalmente le explicó a la parra el porqué. (Primer párrafo).
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Ahora analizo:
Estas ramas que voy cortando, no las volveré a cortar. Estas lagrimas que mojan mis dedos no volverán a salir de la parra ni volverán a mojarme; me refiero a estas lagrimas de esta parra y en este momento, aunque si otras lagrimas de otra parra en otro momento.
Ese chirrido de mis tijeras que acompasó el sonido de aquel pájaro en aquel instante, nunca volverá a suceder.
Quizás estas tijeras se caigan de mi bolsillo y se queden perdidas entre la hierba.
Quizás mañana no vuelva a la viña...pero hoy lo pasé muy bien y distinto en mi temporal rutina.
Emege
Muchas gracias Manu por toda esta reflexión y compartir tu práctica. Mirar un viñedo ahora será diferente acordándome de tus palabras.
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