Imagen en Vale de Grou - Campomaior (Portugal) Hace tiempo que este poema de Jose Manuel Benitez Ariza me acompaña. ENCINAS Traspasadas de sol y casi volatilizadas en la calima luminosa, solo sus sombras, largas como dedos y azules como un último resquicio de frescor, las mantienen ceñidas a la tierra, evidencian la tierra sin desbrozar a la que ponen gesto de brazo alzado y mano abierta de la que caen al suelo las próvidas bellotas. A veces me he quedado dormido al pie de alguna y, en el sueño inducido , he querido bailar. Y también, en algún mediodía de invierno, a veces, al pisar su sombra, me ha parecido traspasar el umbral de un recinto reservado. De vuelta a la intemperie, luego, he deseado que la noche por venir fuera como una extensión de esa clemente sombra tutelar: el lugar del milagro. Este audio versa sobre mi reflexión tras una exploración somática con una encina. Casi ocho minutos, mi voz acompañará tus pasos. Pinchando en la imagen de arrib...